Durante la primera parte (hora) de la clase de hoy hemos realizado una dinámica de conocimiento, como últimamente estamos llevando a cabo, a la que he titulado "Dime con qué sueñas y te diré quién eres". Consistía en situarnos en el centro del círculo formado entre los compañeros y contar públicamente aquellas cosas que siempre nos gustó hacer y aún no lo habíamos logrado; esas cosas con las que hemos soñado realizar o que queremos llegar a ser por muy "locas" o inalcanzables que nos parezcan.
Esta dinámica saca a la luz aquellas cosas que más humanos nos hacen, nuestros sueños, nuestras inquietudes, y nos pone a todos en un mismo nivel.
Durante la segunda parte de la clase hemos estado comentando un caso de bullying o acoso escolar el cual han presenciado algunos de mis compañeros. Se trata de un muchacho de la ESO de nuestro mismo instituto al que someten, algunos de sus compañeros, a risas y vejaciones casi a diario.
Cada uno de nosotros hemos tenido la oportunidad de opinar sobre dicha situación, proponer soluciones, etc. Supongo que es difícil afrontar una situación así, y que cada caso de bullying es especial por la situación que presentan (tanto personal, como familiar y otros aspectos) tanto acosador como acosado; pero en mi opinión la solución pasa por hacer pública esa situación (esos hechos) y hacer ver mediante la palabra que ciertas cosas no se deben hacer. Nunca se debe emplear "mano dura" por el efecto contrario que ello podría suponer. Hablaría por separado con ambos bandos, empatizando con ellos y les ofrecería un trato de igual a igual al expresarme. También, ya fuera como profesor, monitor, tutor o lo que fuere, intentaría asignar ciertas "responsabilidades" o ciertos roles a cada uno de ellos dentro de su propio grupo escolar para hacerles ver que también se puede ser importante y popular ante los demás mediante otras vías.
Quizás no sean las mejores soluciones posibles pero desde el desconocimiento es lo que yo he podido aportar hoy sobre este tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario